La presencia de árboles en las ciudades no es negociable, representa obtener la máxima calidad fisiológica, estructural, estética, funcional, etc., y debería de ser a través de una gestión que minimizara los costes y conseguir un mayor rendimiento de
l ÁRBOL como recurso. Una gestión eficiente del arbolado urbano.
Mediante la aplicación de nuestra estructura del ÁRBOL: conocimiento, fisiología, sistema radicular, poda, etc, junto con las funciones del medio ambiente, estética y social que los árboles tienen que desarrollar, podemos ayudar a las administraciones locales y empresas de gestión pública a mejorar la eficiencia de su presencia en nuestras calles y así mismo aplicar eficientemente una reducción de costes de mantenimiento.